martes, 31 de marzo de 2009

Infecciones Urinarias en la Niñez


Las infecciones del tracto urinario inferior (ITU) -la vejiga, sobre todo- son relativamente frecuentes en la primera infancia. Hay una mayor predisposición en las niñas porque la uretra -el conducto tubular que comunica la vejiga con el exterior- es en ellas más corta y ancha, lo que favorece la penetración de gérmenes a su través. Éstos son, principalmente, de origen fecal: en los niños pequeños que aún no controlan los esfínteres esa zona anogenital está habitualmente sucia y contaminada. Las infecciones llegadas por vía sanguínea son excepcionales. Casi siempre cursan con febrícula, esto es, temperatura que no alcanza los 38ºC, mantenida a lo largo de todo el día o con predominio vespertino. Los otros signos y síntomas acompañantes de la fiebre son poco evidentes y en la mayoría de las ocasiones ni siquiera están localizados o referidos al aparato urinario. Cuanto menor es el niño más generalizada y difusa será esta sintomatología. Así, en los recién nacidos y lactantes puede observarse inapetencia, escasa o nula ganancia de peso, vómitos, distensión abdominal o coloración pálida o grisácea de la piel. La disuria (dolor al orinar) que aparecerá en los niños mayores, es a estas edades tempranas inexistente. Por contra, y debido a que el niño pequeño no controla la orina, se suelen ver irritaciones en la piel que está en contacto con ella, en el llamado "área del pañal".
La pielonefritis es un grado mayor de la enfermedad al afectarse zonas del riñón con posible formación de cicatrices. Se manifiesta en los niños mayores por dolor sordo en la región lumbar y fiebre elevada, a veces con subidas intermitentes. Por lo demás el resto de los síntomas pueden ser totalmente inespecíficos. De no diagnosticarse y tratarse precoz y adecuadamente puede abocar a la insuficiencia renal desde edades tempranas.

Fuente: libertaddigital.com

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