miércoles, 24 de junio de 2009
La mentira y los niños
A diferencia de los adultos, la mentira tiene otra significación. Los niños pequeños tienen la creencia de que sus padres lo saben todo y hasta tendrían la capacidad de leer sus pensamientos, la aparición de la primer mentira a los padres, la posibilidad de guardar algún secreto, es de suma importancia para reconocer las limitaciones paternas, impulsando al niño en su desarrollo psíquico al darse cuenta que él es una persona diferenciada de sus padres, que puede resolver situaciones y comenzar a desidealizarlos, a tener una visión mas realista de los demás.
En los niños menores de cuatro años, el mundo de los sueños, deseos y fantasías no siempre se diferencia de la realidad objetiva. La confusión entre los hechos observables y los deseos que se satisfacen en su mundo imaginario, puede inducir al pequeño a decir mentiras para evitar tomar contacto con la realidad, donde se empiezan a impartir ciertos límites.
Mentira o Juego
Crear situaciones, decir una cosa por otra y en ocasiones se enlaza con un modo de elevar su autoestima, por ejemplo cuando mienten sobre alguna condición social, estatus o regalos que le hicieron…
Estas mentiras, suelen ser ocasionales en la mayoría de los niños y no se les debe dar el valor dado a la mentira moralmente como algo a sancionar con una penitencia o castigo, sino tratar de entrever la causa que lo llevó al niño a ese accionar.
En los niños mayores, la mentira puede ser utilizada como una forma de lograr un espacio de independencia cuando los adultos están “muy encima de ellos”.
En la adolescencia, la mentira es utilizada para probar los límites y comprobar que “pueden salirse con la suya” al engañar a sus padres.
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