viernes, 5 de junio de 2009

Los síntomas del parto


Algunas teorías defienden que la dilatación del útero está motivada por los cambios hormonales de la madre, pero otras afirman que el propio feto ocasiona determinadas reacciones bioquímicas que provocan el inicio del parto.

Sea cuál sea el mecanismo, lo cierto es que es un proceso natural que avisa con suficiente tiempo. No es frecuente que el parto se inicie sin avisar. En el mejor de los casos, si eres primeriza tendrás tiempo suficiente para llegar al hospital relajadamente. Las situaciones de carreras en el ascensor o en los taxi pertenecen casi en exclusiva a la cinematografía. la realidad es que hay muchas probabilidades de que sea un proceso lento.

Algunas señales te alertarán varios días antes de que nazca tu bebé. Son los primeros síntomas, y reconocerlos te ayudará a enfrentar ese momento con tranquilidad.

Primeras molestias
Para que el bebé pueda salir al exterior debe "abrirse" el útero cerrado y aislado del mundo exterior durante los nueve meses que ha permanecido dentro. Par conseguirlo, el cuello uterino se dilatará hasta conseguir un espacio suficientemente amplio para que pueda descender el bebé.

Antes de que se inicie el periodo de dilatación aparecen determinadas señales que te pondrán sobreaviso, pero es importante que sepas que cada parto es diferente y que estos signos pueden variar en cada mujer.

Hacia la semana 36 sentirás bastantes molestias: una desagradable sensación en el pubis, retortijones acompañados del endurecimiento del abdomen y dificultad para respirar. Son trastornos normales ocasionados, entre otras razones, porque el útero alcanza en el último mes su altura máxima y presiona el estómago y los pulmones.

Uno de los primeros síntomas de que el parto está cerca es que, de pronto, la respiración se hace menos dificultosa y la tripa desciende llamativamente. El bebé ya se ha encajado en el canal del parto y el útero deja de presionar el diafragma.

Contracciones
Por las mismas fechas se agudiza una sensación que posiblemente hayas sentido desde hace meses: el endurecimiento de la tripa durante unos segundos. Son contracciones, pero aún no son las de parto, y se distinguen de estas porque no son regulares y tampoco muy dolorosas. Puedes sentirlas desde el octavo mes de gestación y, sobre todo, por la noche.

Se conocen como contracciones de Braxton Hicks en honor del médico que las describió por primera vez, y aparecen al final del embarazo, cuando el organismo deja de producir progesterona (una hormona que entre otras funciones se ocupa de que el cuello del útero no se dilate) y aumenta la producción de oxitocina, otra hormona que se ocupa de lo contrario, de activar las contracciones que favorecerán el parto.
Fuente: mujer.orange

2 comentarios:

  1. Hola! Tu blog me parece muy tierno y muy útil para las futuras mamás.
    Un poco tarde, pero ya puse un post agradeciendo el premio que le diste a mi blog. Gracias de nuevo.
    Saluditos!!!

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