jueves, 27 de agosto de 2009

Psicosis Infantil


El niño psicótico se comporta, permanentemente, de forma "estrafalaria" y desconcertante.
Las conductas propias de una psicosis pueden describirse como:
  • aislamiento: presenta una clara falta de comunicación respecto al entorno. Ya desde los primeros meses, se observa una falta de contacto ocular, hay ausencia de sonrisa (propia ya del 3er mes), ausencia del miedo frente a personas o situaciones extrañas (ya presente en el 8º mes). Rechaza, generalmente, el contacto físico.
  • con frecuencia su tono muscular es hipotónico (tono bajo).
  • sus gestos son extraños, poco habituales
  • el niño se muestra como absorto o "embobado" en sus propios movimientos o gestos.
  • explora el entorno con formas especiales como el olfateo (de cosas, personas,...),...
  • se observan trastornos en el lenguaje, muy diversos según el grado. El niño psicótico adquiere el lenguaje más tarde de lo normal, de forma incompleta e inadecuada; también se ve afectada la entonación.
  • hay trastornos de las funciones intelectuales, aunque son difíciles de detectar, pues no hay apenas posibilidad de comunicación con el especialista infantil encargado de evaluarlo.
  • presenta una increíble capacidad retentiva (de memorizar).
  • su esquema corporal está muy alterado.
  • es característica la necesidad de realizar determinados rituales al acostarse, salir,... (el romper esa secuencia le hará "descontrolarse")
  • pueden darse ideas delirantes (de tipo persecutorio,...), alucinaciones (auditivas, por ej.),...muy difíciles de constatar.
  • trastornos en el sueño (insomnio).
  • trastornos en la alimentación
  • retraso en el control de los esfínteres
Tipos de psicosis:
  • autismo precoz (suele darse antes de los 3 años de vida)
  • esquizofrenia infantil (cuanto mayor es el niño más se parece este trastorno al de edad adulta)
En el diagnóstico será fundamental discriminar si se trata de éste u otro trastorno que puede desarrollarse con síntomas similares.
Cuanto antes se intervenga, más se podrá evitar el deterioro que implica sufrir este tipo de trastornos. El tratamiento básicamente es farmacológico, prescrito por el psiquiatra infantil, pero no es curativo (es paliativo de los síntomas). A veces, se hará necesaria la hospitalización del niño. Su educación deberá ser especializada. La psicoterapia con el niño y con la familia puede ayudar mucho.
Fuente: psicologoinfantil

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