Existen distintas situaciones que pueden provocar en el niño el temor a perder el afecto de los padres o el sentimiento de haberlo ya perdido. Cabe destacar:
- El nacimiento de un hermano: el recién nacido requiere una serie de cuidados y atención que hace perder al mayor parte de la que se le dedicaba a él; la conducta de la madre hacía los hijos cambia durante y después del embarazo, puede aparecer impaciente o fácil de enfadarse, estos cambios están asociados a la gestación y el niño hace responsable de ellos al bebé.
- Los favoritismos y preferencias de los padres: a veces abierta y otras solapadamente los padres manifiestan preferencias por uno de los hijos, lo que crea celos en los otros.
-La excesiva dependencia o necesidad de uno de los padres por parte del niño: normalmente de la madre, lo que desencadena celos hacia al otro progenitor por considerarle rival.
-El sentimiento de inseguridad y de inadaptación: el niño o la persona insegura frecuentemente envidia a los demás; estos sentimientos suelen ser el resultado de situaciones de ridículo en la infancia, de sentirse rechazado o bien criticado de forma severa. El alentar la competencia entre los hermanos favorece la presencia de los celos.
No le es fácil al niño compartir a su madre ni con el padre ni con el hermano, pero con éste último le es más difícil porque es más parecido a él.
Conductas ante los celos
Las reacciones más frecuentes son cambios en el comportamiento y conductas infantiles:
-Incremento de la desobediencia
-Más llorones y tercos
-Irritables y nerviosos
-Agresividad creciente dirigida al principio contra la madre y posteriormente contra el hermano
-Retraimiento que desemboca en relación hostil con el hermano
-Afectuosidad excesiva hacia el bebé.
-Se chupa el dedo
-Vuelve a hacerse pipi o caca encima
-Utiliza de nuevo el "lenguaje bebé"
-vuelven las rabietas
-Cambios en el sueño
-Se incrementa las conductas rituales
Pautas de actuaciónSi usted ha tenido un solo hijo, hasta la llegada del nuevo hermano, él es el centro de su atención y usted el centro de su mundo. Con la llegado del nuevo hermano su vida va a cambiar y se le debe ayudar a aceptar su llegada y a compartir el cariño de los padres.
Algunas consideraciones para conseguirlo:
-La preparación ayuda al niño aunque no por ello se evitan los celos. Lo fundamental para la preparación es que el niño comprende que se le va a seguir queriendo. Durante el embarazo, sobre todo si los niños tienen entre 4 y 6 años, harán muchas preguntas sobre temas sexuales y de reproducción es un buen momento para comenzar una buena educación sexual.
-Intentar cambiar lo menos posible la rutina del niño tras el nacimiento del hermano.En distintos estudios se ha comprobado que disminuye considerablemente el volumen de atención que recibe el primogénito al tiempo que cambia su rutina tras el nacimiento. Esto afecta mucho al niño/a, por lo tanto procurar controlar su tiempo especial, los ritos para acostarse, seguir diciéndole lo mismo sobre lo que está permitido y lo que no.... A él le parecerá que los padres andan siempre ocupados con el bebé y los celos pueden hacerle pelearse con sus padres o con el bebé. Puede intentar atraer la atención de los padres haciendo payasadas, haciéndose los perfectos e incluso retrocediendo a comportamientos de recién nacido. Organícese para pasar gran parte del día con el niño, sin el bebé.
-Mantened al niño/a aislado de la madre el menor tiempo posible.Mientras que la madre da a luz muchas veces se envía al niño con otros familiares .Lo mejor es que se ocupa el padre y si no puede que este alejado de la madre el menor tiempo posible. Incluso es conveniente que visite a su madre en la clínica, buscando un momento tranquilo en el que esté sólo la familia.
-Hablar de "igual a igual" con el primogénito.La rivalidad suele disminuir cuando la madre habla con el primogénito de igual a igual respecto al bebé. Comentar lo que el bebé puede sentir o necesitar llamar la atención del niño ante el interés del bebé por él, hacia lo que le gusta y lo que no... Logre que el hermano mayor ayude en el cuidado del bebé. Hay que dejarle hacer lo que pueda, con una vigilancia constante por parte de los adultos. Ello contribuirá a estrechar los lazos entre ellos
-Reconozca todos los éxitos, sean cuales sean, consiguiendo así que los niños se sientan a gusto y orgullosos. ERROR: “¿ ves lo bien que se porta tu hermano?”; CORRECTO: “ José, has mejorado la letra. Estamos muy orgullosos de ti “.
-No hacer comparaciones, intente que los familiares allegados no presten toda la atención al bebé y además que no expresen, en presencia del hermano, lo maravilloso que les parece: “ ¡que guapo es!” o peor aún: “ Este niño es más guapo que su hermano “.
-Prestar atención al mayor y hacer que lo hagan los demás
Dedicad al día un tiempo exclusivo para el niño, de 10 1 5 minutos. El niño puede esperar este tiempo y confiar en él.
Fuente: eumed.net