jueves, 31 de marzo de 2011

Ceguera Infantil


La perdida gradual de la visión es un problema que muchas veces no se logra detectar a tiempo por parte de los padres y maestros. Es necesario crear estrategias adecuadas y tempranas para que los adultos responsables tomen precauciones y hagan los controles médicos para prevenir este mal.

Los padres son las personas más cercanas al crecimiento y desarrollo del niño, lo que se convierte en una gran ventaja para observar detenidamente al pequeño. Las madres deben observar si este abre los ojos, si busca la luz o los objetos grandes que le pasan cerca, si los ojos se ven bien alineados y si la pupila (niña del ojo) se ve oscura. Cualquier cosa que se note fuera de lo normal, los padres con entera libertad deben consultar al médico o especialista.

Conforme el niño crece, cada vez es mas fácil observar la posición de los ojos y su agudeza visual (cantidad de visión) expresada en términos de la búsqueda y el seguimiento de la luz, los colores, objetos y personas. Todo niño que no busca las cosas con la mirada o cuyos ojos aparentan estar mal alineados, debe ser examinado por un especialista.

Los padres y maestros deben estar atentos a algunos comportamientos de los niños o a la presencia de signos que pueden ser sospecha de la existencia de un problema visual.

Enrojecimiento de los ojos, lagrimeo, molestias a la luz, presencia de secreciones o legaña, caída de pestañas, desviación de uno de los ojos después de realizar un esfuerzo visual, entrecierre de uno o ambos ojos, movimientos o posiciones compensatorias de la cabeza, frote de los ojos con las manos, acercamiento de los objetos para verlos, dolor de cabeza, visión borrosa, visión doble.

El ambiente escolar es preciso para poner en evidencia un problema visual por cuanto los trabajos propios del salón de clase demandan esfuerzo visual.

Los maestros deben prestar especial atención al rendimiento escolar de sus alumnos, pues los problemas de aprendizaje, pueden estar relacionados con alteraciones de la visión, y erradamente estos niños pueden ser diagnosticados con problemas de dislexia (problemas de lectro-escritura, salto de renglón en el momento de la lectura, confundir letras y palabras).

La detección temprana de un problema visual permite orientar el tratamiento oportuno brindando la posibilidad al menor de desarrollar al máximo su visión, es así como a la mínima sospecha, se debe buscar la valoración por un optómetra u oftalmólogo, independiente de la edad del niño.

Si el especialista determina que existe un problema en los ojos que ocasione problemas de visión, existen tratamientos diferentes. Entre las opciones terapéuticas se incluyen el uso de gafas graduadas, lentes de contacto y gotas oculares u otros medicamentos. En algunos casos, es preciso intervenir quirúrgicamente el ojo.

1 comentario:

  1. Hola:

    Les recomiendo un cuento en castellano y braille (www.mediopollomediocerdo.com).

    Gracias

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