La primera razón es que durante el embarazo tienes niveles mucho más altos de progesterona, una hormona que relaja el tejido muscular liso de todo tu cuerpo, incluido el de tu sistema digestivo.
Esta relajación hace más lenta la digestión, lo cual te puede producir gases, hinchazón en el estómago, eructos y flatulencia, y crear, por lo general, sensaciones desagradables en tu barriga, especialmente después de una comida abundante.
En los últimos meses del embarazo, el útero está más grande y llena la cavidad abdominal, lo cual hace más lenta aún la digestión, y al ejercer presión sobre el estómago, te hace sentir todavía más hinchada después de comer.
Durante el embarazo, también puedes empezar a sentir acidez o estreñimiento, incluso si nunca antes habías tenido estas molestias.
Los gases se forman en el sistema digestivo de dos maneras: cuando tragas aire y cuando las bacterias de tu colon (intestino grueso) descomponen la comida no digerida.
La mayoría de los gases en el estómago se producen al tragar aire y normalmente se liberan al eructar.
En cuanto a los gases que causan flatulencia, se producen cuando las bacterias en el intestino grueso descomponen la comida que no fue digerida totalmente por las enzimas del estómago y del intestino delgado.
Ciertos carbohidratos son los principales responsables.
Las proteínas y las grasas no son los que más gases producen, si bien las grasas, debido a que hacen más lenta la digestión, pueden contribuir a que sientas el estómago hinchado.
Puedes mejorar seguiendo estos pasos
En lugar de ingerir comidas muy abundantes, haz varias comidas pequeñas a lo largo del día.
Come despacio y mastica bien la comida. No hables mientras comes para no tragar tanto aire.
Limita la cantidad de líquido que bebes durante las comidas. Puedes compensarla durante el resto del día.
Bebe de una taza o un vaso
Come despacio y mastica bien la comida. No hables mientras comes para no tragar tanto aire.
Limita la cantidad de líquido que bebes durante las comidas. Puedes compensarla durante el resto del día.
Bebe de una taza o un vaso
no de la botella ni con una pajitay bebe despacio, no tomes las bebidas de un trago.
Evita las bebidas con gas.
Ponte derecha mientras comes o bebes, aunque sólo tomes un pequeño refrigerio.
Usa ropa holgada y cómoda, y evita que te apriete en la cintura y barriga.
No mastiques chicle ni comas caramelos duros.
Evita cualquier cosa endulzada con sorbitol, un edulcorante artificial.
Haz ejercicio, incluso un paseo a paso ligero puede ayudar a agilizar la digestión.
Evita el estreñimiento, ya que puede contribuir a la flatulencia y la sensación de hinchazón abdominal.
No fumes, el tabaco, además de contribuir a una gran cantidad de problemas graves de salud, estimula la acidez estomacal. Lo ideal es abandonar el hábito antes de quedarte embarazada. Si aún fumas, pídele a tu ginecólogo que te recomiende un programa para dejar de fumar o lee nuestros consejos para dejar de fumar.)
Practicar yoga o una disciplina similar, que te enseñe técnicas de relajación y a respirar correctamente, puede serte de ayuda. Algunas personas que son propensas a la hiperventilación (respiración rápida y profunda) tienden a tragar más aire cuando se ponen nerviosas.
En caso de que estas medidas no te ayuden, pregúntale a tu ginecólogo si puedes tomar un medicamento para los gases que contenga simeticona. (No tomes comprimidos de carbón activo, porque no son seguros durante el embarazo.)
Evita las bebidas con gas.
Ponte derecha mientras comes o bebes, aunque sólo tomes un pequeño refrigerio.
Usa ropa holgada y cómoda, y evita que te apriete en la cintura y barriga.
No mastiques chicle ni comas caramelos duros.
Evita cualquier cosa endulzada con sorbitol, un edulcorante artificial.
Haz ejercicio, incluso un paseo a paso ligero puede ayudar a agilizar la digestión.
Evita el estreñimiento, ya que puede contribuir a la flatulencia y la sensación de hinchazón abdominal.
No fumes, el tabaco, además de contribuir a una gran cantidad de problemas graves de salud, estimula la acidez estomacal. Lo ideal es abandonar el hábito antes de quedarte embarazada. Si aún fumas, pídele a tu ginecólogo que te recomiende un programa para dejar de fumar o lee nuestros consejos para dejar de fumar.)
Practicar yoga o una disciplina similar, que te enseñe técnicas de relajación y a respirar correctamente, puede serte de ayuda. Algunas personas que son propensas a la hiperventilación (respiración rápida y profunda) tienden a tragar más aire cuando se ponen nerviosas.
En caso de que estas medidas no te ayuden, pregúntale a tu ginecólogo si puedes tomar un medicamento para los gases que contenga simeticona. (No tomes comprimidos de carbón activo, porque no son seguros durante el embarazo.)
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