La reserva ovárica es una suerte de cuenta regresiva de la fertilidad. El tiempo pasa y nada lo detiene, y con él la capacidad reproductiva de la mujer pierde cada vez más su potencial.
El tema es de particular relevancia en tiempos en que la mujer vive un período de progresivo protagonismo social, con un ascendente rol en el mundo laboral y, a la vez, con una postergación de la maternidad sin precedentes en la historia. El problema es que cuando la mujer decide ser mamá, muchas veces es demasiado tarde. Y no hay vuelta atrás, ni avances médicos que devuelvan la capacidad fértil de la juventud.
La reserva ovárica es paulatina, pero constante. Es un estado de la capacidad fértil que está relacionado con la cantidad y calidad de los ovocitos que se encuentran en el ovario.
La fertilidad de la mujer depende básicamente de dos parámetros: de la calidad de los ovocitos, que es un reflejo indirecto de la edad de la mujer, y del número de ovocitos, es decir, la reserva ovárica”. Y la medicina dispone de exámenes para determinar de manera indirecta la reserva ovárica.
cómo abordar este tema en dos escenarios distintos: el de una mujer que desea postergar su maternidad y el de otra que está “en campaña” para tener un hijo. “Si está en campaña para ser madre, es fundamental determinar su estado de reserva ovárica para poder saber cuánto tiempo destinar a tratamientos de reproducción asistida, de ser necesario, y ser más agresivo en su tratamiento. En cambio para el caso de postergar la maternidad, la mujer puede criopreservar ovocitos”
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