La mayoría de los niños pasan por esa etapa de inapetencia, poco sueños, mucha actividad y aveces no sabemos que esto es por los dichosos parásitos que andan rondando por su cuerpito, aquí un poco mas información para estar atentas.
Los parásitos son seres vivos que necesitan de otro organismo para vivir (humano o animal) llamados también huéspedes, al que invaden para subsistir. Aunque se localizan en distintas partes del cuerpo, el aparato digestivo es el sitio que mayormente habitan y es por esto que generalmente se los denomina parásitos intestinales.
Parásitos intestinales Oxiurasis
El agente enterobius vermicularis es un pequeño parasito que solo habita en seres humanos.
los niños en edad escolar y las madres que los atienden son los más expuestos. Los huevos se diseminan a través de las manos y los juguetes contaminados que los niños llevan a la boca. Cuando lo huevos maduran los gusanos se dirigen a borde del ano y allí depositan mas huevos, los niños sienten el picor, se rasca y con las manos contaminadas contagian a otros niños.
El diagnostico se logra por medio del Test de Graham. Se coloca una cinta transparente en la zona anal antes de la higiene y de la defecación. Así se observan los huevos depositados por el parasito.
Los síntomas
irritabilidad, picazón en el ano, alteración del sueño, inapetencia. También puede ser asintomático.
El mejor tratamiento: se indica un antiparasitario por un día, pero puede repetirse el tratamiento. A veces es necesario tratar a todo el grupo familiar.
Los niños deben tener siempre las uñas cortas y limpias.
No deben comerse las uñas ni rascarse la zona anal
Deben lavarse las manos luego de ir al baño y antes de comer
Es recomendable lavar los juguetes, lavar diariamente la ropa interior del niño y la ropa de cama.
Procurar el ingreso de luz en los cuartos durante el día, ya que los huevos son muy sensibles a la luz.
Parásitos intestinales: Giardiasis
Es causada por el parasito giardia lomblia, y solo puede observarse a través del microscopio. Habita en el intestino de humanos y de animales.
El contagio:
se da frecuentemente por medio de agua, los alimentos crudos infectados o de las manos que pudieran haber estado en contacto con superficies contaminadas. También es muy común el contagio en niños que asisten a guarderías y aun no tienen control de esfínter, y el paso del parasito desde ellos hacia sus padres y maestros. Los viajes, actividades rurales y al aire libre son otra frecuente fuente de contagio.
Los síntomas:
aparecen nauseas, espasmos abdominales, diarrea, deshidratación, perdida de peso y anemia. En otros casos puede ser asintomático.
Se realiza por observación microscópica de muestras frescas de materia fecal.
El mejor tratamiento:
medicación diversa por un periodo de cinco a diez días. Se aconseja no aplicar tratamiento en niños que no presentan síntomas.
Lavar cuidadosamente frutas y verduras antes que el niño las consuma.
Evitar la ingesta de alimentos que no sean seguros.
Inculcar la higiene de manos antes de comer y luego de ir al baño
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