El sarampión; Primero aparecen las manchas entre rosas y rojo oscuro por el rostro y luego por el resto del cuerpo. Las manchas suelen juntarse formando otras más grandes y a los dos días las manchas se extienden por el tórax y a los tres días por las extremidades.
La varicela; Al principio solo son algunos puntos rojos pequeñitos por el tórax, o la cabeza, pero en unas 12 o 24 horas aparecen por la cara, muslos y brazos, que se cubren de ampollas llenas de líquido, en tres o cuatro días las ampollas de la varicela se secan cubriéndose de costras.
La rubéola; Las manchas se parecen a las del sarampión pero más pequeñas y tan tenues que a veces ni se ven. Nunca se juntan unas con otras y pueden durar solo un día y desaparecer. Primero se localizan en el rostro y después se extienden por el tórax. Dermatitis atópica; La piel aparece enrojecida, hinchada y cubierta de ampollas que revientan y forman pequeñas costras si se rascan, cuando el niño es muy pequeño el problema se limita sólo a la cabeza pero pasados los primeros meses también puede extenderse a los pliegues de brazos y piernas.
La urticaria; Aparecen hinchazones con el borde rojo, más claras en el centro y con el borde rojo. Pueden deberse a una alergia originada por fármacos o alimentos.
La escarlatina es una enfermedad contagiosa que se distingue por la aparición de una erupción cutánea (puntos rojos brillantes) que se va extendiendo desde el pecho y la nuca hasta todo el cuerpo. Suele ir acompañada por una amigdalitis con dolor de garganta, fiebre, pérdida de apetito, abatimiento, vómitos, además de dolor de estómago (debido a la inflamación de ganglios abdominales). Los niños afectados con este cuadro presentan rostro rosado con un tinte más pálido alrededor de la boca. La edad de mayor frecuencia de aparición es la de los niños escolares y adolescentes, sobre todo en épocas de primavera e invierno. La forma de contagio es la de contacto persona a persona, a través de las secreciones respiratorias.
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