Desde sus primeros días de vida, los bebes lloran en francés, inglés o español, ya que el llanto de los recién nacidos lleva la impronta del idioma de sus padres, según un estudio publicado hoy en la edición digital de Current Biology. El descubrimiento sugiere que los bebes captan elementos de lo que será su idioma materno ya en el vientre de su madre, mucho antes de sus primeros balbuceos. “El hallazgo más espectacular de este estudio es que los neonatos humanos no sólo son capaces de reproducir distintos tonos cuando lloran, sino que prefieren las pautas sonoras típicas del idioma que han oído durante su vida fetal, en el último trimestre de gestación”, señala una de las autoras del estudio, Kathleen Wermke, de la universidad alemana de Würzburg. Según Wermke, contrariamente a lo que indican las interpretaciones más ortodoxas, estos datos subrayan la importancia del llanto para el futuro desarrollo del lenguaje.
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