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martes, 23 de noviembre de 2010

Las drogas en el embarazo


Cuando la mujer está embarazada, es muy importante que viva saludablemente, que coma alimentos nutritivos, haga ejercicio y descanse suficientemente. Las drogas ilegales al igual que las drogas legales como el tabaco y el alcohol, son todas peligrosas para una mujer embarazada, ya que pueden dañar su propia salud y la del feto comprometiendo el desarrollo prenatal. Las medicinas son sustancias que también pueden representar un factor de riesgo.

La formación de órganos
Muchos de los órganos del cuerpo del bebé se forman en las diez primeras semanas de gestación (dato calculado desde la fecha de la última menstruación). Durante esta etapa, algunas drogas como el alcohol pueden causar deformidades en el desarrollo del corazón, las extremidades y las facciones del feto.

El alcohol es una de las drogas más peligrosas para la mujer encinta, especialmente al principio del embarazo. En el cuerpo de la mujer, el alcohol se transforma en sustancias dañinas para las células que son absorbidas por el feto. El alcohol en cantidades abundantes aumenta el riesgo de nacer con defectos, como el "síndrome alcohólico fetal". Esto implica la formación de un cráneo pequeño, facciones anormales, retardo físico y mental. Beber al final del embarazo, impide el desarrollo físico del feto.

Fumar durante el embarazo eleva el riesgo de un parto prematuro y de problemas de desarrollo del feto. La nicotina disminuye el apetito de la mujer durante la etapa en que debe subir de peso. Además, fumar reduce la capacidad de los pulmones para absorber oxígeno

Los estudios sobre el consumo de la marihuana por mujeres embarazadas no aportan datos concluyentes, ya que caso siempre esta droga se usa en combinación con otras como el tabaco y el alcohol. Se puede asociar a los casos de bebés bajos de peso y los partos prematuros.

La cocaína (incluyendo el "crack") y las drogas estimulantes en general, reducen el apetito de la madre causando la contracción de los vasos sanguíneos. Esto aumenta los latidos del corazón y la presión arterial y se perjudica el desarrollo del feto; hay más probabilidades de un parto prematuro o que la placenta se separe de la pared del útero causando una hemorragia. Los bebés nacidos de madres adictas sufren de la misma dependencia a la droga. Los síntomas al nacer son temblores, insomnio, espasmos musculares y dificultad para mamar.

Los medicamentos tomados durante el embarazo tienen peligrosos efectos secundarios. Sin embargo, los beneficios para curar algún mal pueden superar los riesgos relacionados al embarazo. Es de suma importancia que un médico supervise la administración de medicamentos para aminorar los riesgos en el desarrollo del feto.
Fuente: mailxmail

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