La reciente acción de la compañía Mattel de retirar del mercado millones de sus juguetes fabricados en China por su alto contenido de plomo debe servir como una señal de alerta para que las familias se informen sobre los daños irreversibles que este metal puede provocar en la salud de los niños y las medidas preventivas que pueden tomar para protegerlos.
El pediatra Francisco Rincón, del Hospital White Memorial de Los Ángeles, explica que el plomo es un elemento químico que se introduce en el organismo de los niños por vía oral cuando ellos entran en contacto con polvo, juguetes, lápices de colores, crayones, pinturas, dulces, alimentos u otros objetos de uso diario o del medio ambiente que contienen ese metal.
Señala que los niños más vulnerables a contaminarse con plomo son los menores de 2 años de edad, porque están en la etapa exploratoria de llevarse manos y objeto a la boca.
"Una vez que el menor ingiere el plomo, los radicales libres del metal circulan por la sangre y se fijan en el tejido óseo y el cerebro, donde provocan una inflamación [encefalitis tóxica] que, de llegar a un nivel severo, causa daños irreversibles neurológicos en el menor", indica el especialista.
Por eso debemos estar muy alerta con lo que juegan nuestros niños, y verificar que nada pueda ser dañino para su salud.
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