Es muy común en el periodo de gestación retener más líquidos de los que necesita el organismo. Al menos el 50% de las mujeres lo padecen en algún momento, sobre todo durante el tercer trimestre. Todo este desarreglo es culpa de los drásticos cambios hormonales que se desarrollan durante el embarazo y se suele manifestar con una ligera hinchazón de tobillos y pies. En medicina, este problema recibe el nombre de ‘edema’ y no es muy preocupante, aunque es aconsejable comentarlo con el ginecólogo.
Pero si la hinchazón es excesivamente exagerada y se amplía a la zona de las manos y la cara, hay que acudir al medico sin demora. Podría tratarse de una afección más grave como la preeclampsia, caracterizada, además de por la presencia de edema, por contener proteínas en la orina y alta presión sanguínea.
Los edemas leves se corrigen con medidas sencillas, pero en cualquier caso no se debe tomar ningún medicamento sin consultar con el especialista.
"combatir" este síntoma a veces se recomienda reposo. También son efectivos los masajes de "drenaje linfático", que ayudan a eliminar los líquidos a través de la orina (luego de una sesión de masajes la mujer va al baño con frecuencia).
También es aconsejable no utilizar nada que oprima la circulación como medias con elásticos apretados y por supuesto hacer algo de ejercicio, como una breve caminata diaria, que puede ser muy efectiva.
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