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lunes, 19 de enero de 2009

Como es el sueño desde la concepción hasta los 3 años

Conforme el niño va creciendo, la forma en que duerme varía enormemente. A la forma en que duerme se le llama patrón del sueño. Debido a que ese patrón de sueño cambia durante el crecimiento, existe cierta confusión entre los padres y la familia sobre lo que debe considerarse como normal o anormal.
A partir de la gestación y hasta los tres primeros meses de edad, se presentan los cambios más drásticos. Antes de las 24 semanas de gestación, el feto muestra un patrón de inmadurez específico. A las 32 semanas de gestación, el patrón del sueño cambia y se vuelve más inestable. En ese período se aprecian movimientos rápidos en los ojos, movimientos del cuerpo y la respiración es irregular. Se combina con períodos “quietos” en donde no hay movimientos importantes.
A partir de las 38 semanas de vida, se pueden ordenar esos períodos en categorías: estadio de alerta (cuando se está despierto y que equivale a la vigilia), sueño no activo (sueño profundo y relajado) y sueño activo (movimientos oculares rápidos). Pero también existen períodos de sueño que no pueden clasificarse en alguna de las categorías anteriores o que son de transición, es decir, que es el paso de una a otra de las categorías.
La proporción de sueño en las diferentes etapas de la infancia es variable. A partir de las 30 semanas de gestación el sueño activo ocupa un 80% del tiempo total de sueño, éste disminuye después del nacimiento a un 50%, a partir de donde se aminora gradualmente hasta alcanzar, a los 2 años de edad, una proporción de alrededor del 23% y permanece así hasta la vejez.
Otro aspecto importante es que en el recién nacido se presenta una transición “invertida” en donde el sueño activo se presenta después de estar despierto (vigilia), al contrario de lo que ocurre a partir de los 3 meses de edad y durante el resto de la vida.
En los recién nacidos, se observa el chupeteo y los movimientos corporales, además de otras variables fisiológicas, que se tienen en cuenta para evaluar la cantidad y calidad del sueño. En el diagnóstico y evaluación el electroencefalograma es de gran ayuda, pues permite definir cuáles son las formas de sueño del niño y evaluar el grado de maduración cerebral.
Fuente: creciendo con tu bebe.

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1 comentario:

Anónimo dijo...

Te he otorgado un Premio. Recógelo en el sitio lin que te he dajado.

Besos

Bebes