Antes del nacimiento del bebé * Nuestra mascota puede sentir celos de un bebé recién llegado. Por eso debemos prepararla desde meses antes del parto para que los cambios no le resulten bruscos. * Es importante que el padre u otra persona se preocupe más del animal, porque la madre tendrá menos tiempo cuando llegue el recién nacido. * Si el perro o el gato duerme en la habitación de los padres y queremos que duerma en otra habitación cuando llegue el recién nacido, debemos ir acostumbrándole ya a su nuevo lugar. * Hay que llevarlo al veterinario para desparasitarlo, protegerlo contra insectos y poner sus vacunas al día. Mientras el bebé está en la maternidad * El padre puede llevar a casa alguna prenda del bebé para que el perro o el gato se acostumbre a su olor. Al llegar a casa, papá puede coger en brazos al bebé mientras mamá saluda a la mascota. * Podemos permitir que el animal huela al niño, eso sí, protegiendo su cara con las manos. Si el niño es prematuro * No hay que tomar medidas especiales, porque cuando dan el alta en el hospital a un prematuro es porque puede hacer una vida normal. * Por si acaso, no conviene dejar al bebé nunca solo con el animal. Si duerme en una habitación separada de los padres, hay que enseñar al perro o el gato que no deben entrar allí cuando no esté presente un adulto. El animal de compañía puede hacer daño al niño sin pretenderlo, simplemente jugando con él. * En el caso del gato, hay que evitar que se acueste dentro de la cunita.
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